Por: Ana Elena Marín Ocampo y Rosa Mancilla. Biblioteca digital del ILCE. 12/06/2025
Introducción
Los juegos de ronda que se cantan en Latinoamérica son originarios de la península ibérica y algunos están inspirados en antiguos romances medievales. También se les llama corros. Se han conservado gracias a la tradición oral y aún se pueden escuchar en escuelas y poblaciones pequeñas. Todos ayudan, por lo menos, en el desarrollo del vocabulario y su pronunciación correcta, en la socialización infantil y en el incremento de la memoria.
Los participantes se toman de la mano formando un círculo y, al compás de la música, caminan rodeando el centro donde puede haber o no, algún participante. En ocasiones se puede quedar un integrante fuera del aro (el jicotillo en Doña Blanca, el novio en La pájara pinta, la reina o el demonio en El patio de mi casa, etc.,) para entrar cuando el texto indica el cambio de personaje con un guión (- ). También pueden formar filas (A la víbora de la mar) o bien un grupo frente a otro (A mo a to, La fuente rota, La torre caída o El Romance de la viudita).
NOTA: Las rondas o coros aquí expuestos son del dominio público, salvo en los últimos tres casos donde se especifica el nombre del autor(a).
